Sentencia Penal de Corte Suprema de Justicia (Panama), 2ª de lo Penal, 31 de Agosto de 2004

PonenteGraciela J. Dixon C.
Fecha de Resolución31 de Agosto de 2004
EmisorSegunda de lo Penal

VISTOS:

En grado de apelación, ingresa a la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, el Auto 1ra. No. 13 de 26 de enero de 2004, proferido por el Segundo Tribunal Superior de Justicia del Primer Distrito Judicial de Panamá, que decidió sobreseer provisionalmente a L.A.M.G. (a) "LUCHÍN", L.L.M.H. (a) "CHOMBOTRÓN", M.A.G.R. (a) "MARQUITOS LA ZORRA", M.Á.F.M. (a) "GALLE" y P.M.A.Á. (a) "PIRO", por la supuesta comisión de los delitos de homicidio en perjuicio de N.B. (q.e.p.d.) y SADHIR ARTURO SHARMA LÓPEZ (q.e.p.d.).

Al momento de notificarse de esa decisión jurisdiccional, el licenciado D.G., F.C. Superior del Primer Distrito Judicial de Panamá, apeló, por lo que se concede en el efecto suspensivo a fin de que sea resuelta la alzada.

LA APELACIÓN

La representación social manifiesta su disconformidad con la resolución impugnada, en el sentido que el Tribunal A-Quo le restó credibilidad al testimonio de H.M.C., toda vez que los involucrados en este hecho de sangre negaron su participación, aunado a que los compañeros de celda del testigo MARTÍNEZ CÓRDOBA niegan haber escuchado que el sindicado M.A.G. confesara haber cometido el crimen en compañía de PEDRO ARROCHA y MIGUEL ÁNGEL FLORES.

No obstante lo anterior, considera, que el testimonio de MARTÍNEZ CÓRDOBA, coincide con otras pruebas incorporadas al dossier, como la diligencia de reconocimiento y levantamiento del cadáver del infortunado SHARMA LÓPEZ, en el sentido que fue encontrado amordazado, amarrado y presentaba signos de arrastre, al igual que se encontraron rastros de sangre en los huecos de las paredes de los pabellones, por donde fueron sacados los cadáveres hasta dejarlos tirados en el pasillo.

Además sostiene, que consta la deposición de otro interno, J.L.L.A., quien narró haber escuchado gritos de alguien que arrastraban entre los huecos de las paredes, hasta dejarlo tirado del lado izquierdo del pasillo, y que hubo un intervalo de uno a dos minutos, cuando sintió que arrastraban a otra víctima, que decía, "SEÑOR ME MATAN, SEÑOR ME MATAN", y que por último escuchó a HAROLD, que dijo, "las cosas las están haciendo de sus huevos". Este relato coincide con lo narrado por MARTÍNEZ CÓRDOBA.

Por último constan algunos informes y declaraciones de los internos y familiares de las víctimas, quienes manifestaron que S.L., iba a ser ejecutado, en virtud que cuando era menor de edad, había acusado a L.M. y a L.M., de haber cometido un crimen en perjuicio del taxista G.B.; máxime que dos...

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