Sentencia de Corte Suprema de Justicia (Panama), 2ª de lo Penal, 5 de Mayo de 1994

PonenteJOSÉ MANUEL FAÚNDES
Fecha de Resolución 5 de Mayo de 1994
EmisorSegunda de lo Penal

VISTOS:

Procedente del Segundo Tribunal Superior de Justicia ingresa a la Corte el sumario instruido contra los señores F.J. FUENTES y F.J.V. por el supuesto delito de Tentativa de Homicidio cometido en perjuicio de los señores MARIO OSCAR RAMOS ECHEVERS y A.B.J., hecho ocurrido el 14 de julio de 1986.

Mediante auto de 3 de octubre de 1991 el tribunal a quo abrió causa criminal contra los señores F.J. FUENTES (a) "BOSCO" y F.J.V. (a) "QUIQUICO" por estimarlos infractores de las disposiciones legales contenidas en el Capítulo I, Título I, Libro II del Código Penal, en relación con el Capítulo IV, Título II, Libro Primero del Código Penal, esto es, por el delito de Homicidio en grado de Tentativa cometido en perjuicio de los señores MARIO OSCAR RAMOS ECHEVERS y A.B.J..

Contra el mencionado auto el abogado defensor presentó, en tiempo oportuno, sustentación del recurso de apelación en el cual solicita que se revoque el auto de llamamiento a juicio del 3 de octubre de 1991 proferido por el Segundo Tribunal Superior de Justicia.

Ahora bien, con relación al hecho de sangre que nos ocupa el testigo B. FLORES (fojas 41) dice que el lunes 14 de julio de 1986 como a eso de las 6:00 de la tarde, mientras operaba un tractor de agricultura, se apersonaron los señores F.J. FUENTES (a) "BOSCO" y F.J.V. (a) "QUIQUICO" acompañados de 2 personas de las cuales sólo conoce a uno que le dicen "Ñolo" y que en eso QUIQUICO (F.J.V. dijo: "TENIENTE ALLÍ ESTÁN LOS INDIVIDUOS" y enseguida se cubrieron (él y su compañero L.G.B.) con el tractor ya que vieron que F.J. FUENTES (a) "BOSCO" y F.J.V. (a) "QUIQUICO" tenían en las manos un arma de fuego y que ellos no tenían nada para defenderse; tirándose luego desde un barranco hacia la quebrada y corrieron hasta perderse en la hierba y escucharon "... acerca de 10 detonaciones que nos habían hecho B. y Quiquico, ellos nos gritaban que nos paráramos que no fuéramos cobarde (sic), entonces le dije gritado que ese problema no era con nosotros dos (2) sino que esperara que llegara el ingeniero que era el dueño de la tierras (Ing. M.O.R., el nos gritaba que ya había matado a ese "HIJO DE PUTA" y que también quería acabarnos a nosotros". Añade el testigo (fojas 41, 42) que después escuchó de doce (12) a quince (15) detonaciones y al rato una voz que le llamaba y le decía "soy A., ven que M. está tirado y yo también". El testigo afirma haber visto a MARIO OSCAR RAMOS tirado en el suelo sangrando por varias partes del cuerpo y a...

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