Sentencia de Corte Suprema de Justicia (Panama), 2ª de lo Penal, 13 de Febrero de 1996

PonenteJOSÉ MANUEL FAÚNDES
Fecha de Resolución13 de Febrero de 1996
EmisorSegunda de lo Penal

VISTOS:

Procedente del Segundo Tribunal Superior de Justicia, ha ingresado a la Sala Segunda de la Corte Suprema, en grado de apelación, el proceso seguido al señor S.A.C. FLORES sindicado por el delito genérico de homicidio en perjuicio de P.Á.F., hecho ocurrido el 27 de mayo de 1989.

El recurso fue interpuesto por el sindicado y su defensor Licenciado C.M.H.M., contra el auto proferido por el Segundo Tribunal Superior de Justicia, el 27 de agosto de 1991, mediante el cual se abre causa criminal contra el sindicado.

Con motivo de este recurso, se corrió traslado al F.C. Superior del Primer Distrito Judicial, D.M.A.M.V. a fin de que hiciera valer sus objeciones al respecto, lo cual hizo mediante contestación de traslado en Vista Sin número del 11 de mayo de 1994.

El auto encausatorio recurrido se basa en que contra el imputado milita la declaración de la testigo ocular G.C.Á. quien aporta una versión diferente en cuanto a cómo se dieron los hechos que produjeron la muerte de P.Á.F.; además el informe pericial determina que la ocurrencia de los hechos se inclina más a lo narrado por ésta.

Ahora bien, antes de emitir un pronunciamiento de fondo, es necesario revisar las principales piezas procesales que componen el presente negocio.

BREVE RELATO DE LOS HECHOS:

El sumario nos indica que el día 21 de mayo de 1989, en horas de la noche, falleció el ciudadano P.Á.F. a causa de herida con arma de fuego en el sector de Cabuyita del corregimiento de Tocumen, Provincia de Panamá.

Al respecto, G.C.Á., concubina del difunto y único testigo del hecho, afirma en su declaración que aproximadamente a las seis de la tarde del 21 de mayo de 1989, ella y su señor P.Á.F. se dirigieron a la quebrada la Candelaria de Tocumen para bañarse, pues no cuentan con agua en su vivienda. Estando en ese lugar, la testigo narra que se despojó de sus ropas y procedió a entrar al agua, mientras el occiso permanecía "al lado mío, ya que también iba a bañarse" (f. 19), en ese momento aparece un hombre (el sindicado) que "le pidió cédula de identidad personal a mi señor, mi señor le contestó que no tenía cédula" (f. 19). Según lo declarado por la testigo, a el sindicado no le importó la razón que le diera el hoy occiso sobre que no portaba cédula porque solo habían ido a bañarse, y siguió pidiéndole la cédula insistentemente, fue entonces cuando "empezó una lucha entre mi esposo y el hombre que acababa de llegar", luego escuchó dos disparos y a su señor decir "C. me mataron"; fue por esto que salió...

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