Sentencia de Corte Suprema de Justicia (Panama), 2ª de lo Penal, 30 de Marzo de 1998

PonenteHUMBERTO A. COLLADO T
Fecha de Resolución30 de Marzo de 1998
EmisorSegunda de lo Penal

VISTOS:

El 7 de mayo de 1993, la licenciada D.I.B., en representación de J.E.R.S., presentó recurso extraodinario de revisión contra la sentencia condenatoria ejecutoriada del 7 de agosto de 1992, emitida por esta S., en la que se le condenó a la pena de 12 años de prisión, por el delito de homicidio.

El recurrente alegó como fundamento del recurso, la causal quinta del artículo 2458 del Código Judicial y aportó como pruebas nuevas, el prontuario policivo de la víctima y la declaración jurada del testigo O.P.O..

Acogido el recurso, se abrió a término de pruebas, período que fue aprovechado por la licenciada B. para reiterar las pruebas presentadas como nuevas, así como las presentadas como coadyuvantes.

Emitido concepto por el Procurador General de la Nación y concluido el término de alegatos, cabe dictar la resolución correspondiente al caso que nos ocupa, a lo que se procede, adelantando las siguientes consideraciones:

LOS HECHOS DEL CASO

Según consta en autos, en la madrugada del 9 de noviembre de 1986, en la bodega denominada "Centro de Licores", ubicada en la entrada del Corregimiento de Paraíso, Distrito Especial de San Miguelito, varias personas escucharon un disparo en el depósito de la citada bodega.

Se percataron los presentes que se encontraba allí tirado, el cuerpo de T.E.R.; además, del informativo del sargento B. se desprende que el occiso estaba libando licor con los señores J.E.R., U.A. y ELÍAS RÍOS, pero que él -S.. B.- no sabía exactamente lo que pasó.

Sobre el particular, la declaración más detallada es la del señor M.E.A.D., quien declaró que él llegó con el hoy occiso al lugar para comprar un pollo, cuando vieron a cuatro individuos bebiendo licor dentro del local; TELMO conocía a uno de ellos y los saludó, y el individuo a quien él saludó se le acercó al mostrador por dentro del establecimiento y conversaron, regándole luego una cerveza en la cara.

Señaló también ABADÍA que después ese amigo invitó al finado a entrar al local para seguir hablando, estando las cuatro personas ebrias; uno de ellos -el justiciado- empezó a pegarle con un tolete de guardia, pero el finado no decía nada y se reía.

Después agregó que el sujeto que invitó a TELMO a entrar lo iba a golpear, llamaron a un patrulla, pero le dijeron a los guardias que no pasó nada y le pidieron a estos que se fueran.

Manifestó el declarante que el occiso no podía salir porque las puertas estaban cerradas, y quien mató a RIVAS se le acercó y lo amenazó con golpearlo; luego habló con los otros sujetos que estaban adentro y pasaron con TELMO al depósito, todos armados y ebrios, y lo amenazaron todos con sus pistolas.

Como a los diez minutos de haber ingresado al depósito -manifiesta el declarante- se escuchó un disparo, y al preguntar qué había pasado, le dijeron que nada, pero se veían muy nerviosos y asustados.

Durante la inspección ocular, ABADÍA identificó a E.R.S. como el sargento que invitó al finado a...

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