Resolución N° 4747. Que pone a disposición del público en general, la versión preliminar de los lineamientos estratégicos de la agenda de transición energética

Fecha de publicación11 Junio 2020
Fecha10 Junio 2020
EmisorSECRETARÍA NACIONAL DE ENERGÍA
No. 29045-A Gaceta Oficial Digital, jueves 11 de junio de 2020 1
No. 29045-A Gaceta Oficial Digital, jueves 11 de junio de 2020 2
No. 29045-A Gaceta Oficial Digital, jueves 11 de junio de 2020 3
MINISTERIO DE LA PRESIDENCIA
SECRETARÍA DE ENERGÍA
LINEAMIENTOS ESTRATÉGICOS
AGENDA DE TRANSICIÓN ENERGÉTICA
2020-2030
¡Así lo haremos!
El punto de partida para la formulación de esta Agenda de Transición Energética lo constituye
el compromiso del cumplimiento del Objetivo de Desarrollo de las Naciones Unidas planteado
en el ODS7 y el Acuerdo de París, el Plan de Acción del Presidente Laurentino Cortizo, el diálogo
sectorial realizado en el último trimestre de 2019, los datos del PEN 2015-2050 y nuestra evaluación
técnica integral.
En general las metas involucran un desacoplamiento propio del crecimiento económico y de la
demanda energética, con la puesta de marcha de programas asociados a cambios de compor-
tamiento de los consumidores energéticos.
El peso del gas y de las tecnologías renovables, especialmente la fotovoltaica, aumentan de
forma muy relevante mientras que la demanda de petróleo para generación eléctrica se reduce
en gran medida. En ese contexto el mix eléctrico estará dominado por las energías renovables,
entre las que la generación hidráulica seguirá siendo fundamental en nuestro país. Un sistema
energético con esas características deberá, además, afrontar el reto de garantizar y fortalecer
la seguridad de suministro.
Es importante contar con señales de política o con regulaciones específ‌icas que permitan redu-
cir la demanda de servicios energéticos mediante cambios de comportamiento, y con ello, facil-
itar el cumplimiento de los objetivos de ahorro y ef‌iciencia energética, más allá de lo que
permite el cambio tecnológico.
Esta Agenda de Transición incorpora la movilidad sostenible. El transporte ha sido el gran
responsable del incremento en las emisiones de gases de efecto invernadero en Panamá, y
consideramos que la política sectorial debe orientarse a facilitar una transición ef‌iciente hacia
los vehículos eléctricos, partiendo con incentivos f‌iscales como instrumento imprescindible
para una movilidad sostenible.
Abordamos el ahorro y la ef‌iciencia energética, de importancia fundamental no solo en el
proceso de descarbonización de la economía sino también en la reducción de la dependencia
de recursos energéticos externos y de la volatilidad de precios. La intensidad energética en el
sector residencial mejorará con la puesta de marcha del Reglamento de Edif‌icación Sostenible.
El consumidor tendrá la alternativa de elegir edif‌icaciones más ef‌icientes, inclusive los
programas sociales impulsados por el Gobierno Nacional permitirán a los panameños, optar
por viviendas construidas bajo criterios de ef‌iciencia, que les producirán ahorros en sus factura-
ciones mensuales.
Con respecto a la operación del sistema eléctrico, el mismo deben permitir la incorporación
gradual de f‌lexibilidad. condición necesaria para facilitar el cambio de modelo energético, ya
sea con grandes centrales o con generación distribuida, con almacenamiento, con autocon-
sumo o sin él, o con una mezcla de todos ellos como escenario posible sin comprometer la
seguridad de abastecimiento ni la seguridad operativa.
En cualquier caso, los escenarios energéticos actuales, y también los futuros que se plantean en
la transición energética, demandan de las redes unos niveles elevados de seguridad de suminis-
tro, competitividad y sostenibilidad, es decir, deben disponer de capacidad para satisfacer la
demanda energética de los consumidores en todo momento, a un coste razonable, sin producir
un impacto para todos, y para el propio equilibrio f‌inanciero del sistema.
Las interconexiones internacionales eléctricas son esenciales para garantizar una integración
de los mercados y la creación de un mercado único de la energía, y también juegan un papel
relevante de cara a alcanzar un modelo energético descarbonizado, aportando valor a la segu-
ridad de suministro de los sistemas interconectados.
El incremento de la capacidad de interconexión contribuye al objetivo de participación renov-
able en el mix energético. En todo caso, las interconexiones internacionales son instalaciones
singulares con costes de inversión signif‌icativos, por lo que siempre será necesario realizar un
detallado análisis coste-benef‌icio que justif‌ique adecuadamente su construcción, tal como
actualmente ya se contempla el caso de la interconexión Colombia-Panamá.
La transición hacia un sistema productivo libre de carbono va a cambiar el modelo que hasta
hoy conocemos. Si bien es cierto que la mayoría de los sectores podrán adaptarse a estos cam-
bios e incluso llegarán a mejorar sus niveles de ef‌iciencia productiva y competitividad, también
es cierto que otros sectores o empresas deberán trabajar en adaptarse a estos cambios.
La dimensión social de una transición energética justa debe complementarse con medidas de
transparencia y protección de los consumidores y, en particular, con medidas de apoyo a los
consumidores considerados vulnerables.
Asimismo, si bien los consumidores vulnerables ya están protegidos por subsidios tanto eléctri-
cos, como en el uso de gas para cocinar, sería conveniente analizar aspectos que permitan
focalizarlos hacia el rango poblacional que más lo necesite, con la colaboración de todas las
organizaciones y entidades relevantes.
En este sentido se considera muy importante que los consumidores estén plenamente informa-
dos de las condiciones que dan derecho a este apoyo social, y por nuestra parte del asesora-
miento e información a los consumidores acerca de medidas de ef‌iciencia energética.
Por último, los Lineamientos Estratégicos de la Agenda de Transición Energética, parten recono-
ciendo que la transición energética es un proceso gradual y dinámico caracterizado por elementos
como: la incertidumbre que afecta a las tecnologías que liderarán el cambio hacia un futuro abaste-
cimiento de energía descarbonizado; la existencia de múltiples actores involucrados; la necesidad
de acumular nuevos conocimientos teóricos; el hecho de que cualquier intervención hecha hoy
puede acarrear cambios irreversibles para el futuro, por lo que los intereses intergeneracionales y
la solidaridad deben estar en el núcleo de cualquier toma de decisiones.
Es precisamente esa característica de gradualidad, la que implica que además que todos los
integrantes de la cadena de suministro de hidrocarburos, tanto líquidos como gaseosos se incorpore a
este proceso de transición y que logre prepararse y adaptarse con tiempo para alcanzar resultados
óptimos en los próximos años.
A la vista de la experiencia de algunos países de nuestro entorno, es aconsejable que la transición
energética en Panamá se base en elementos consultados que, en todo caso, sean compartidos por los
futuros Gobiernos que se sucedan en nuestro país, de modo que mantengan los compromisos con los
objetivos y las estrategias.
En ese camino, nos comprometemos a llevar adelante los cambios en forma participativa, justa y equi-
tativa, no dejando a nadie atrás en el camino hacia la consecución de los objetivos.
Adicionalmente, para optimizar la toma de decisiones y minimizar los riesgos es necesario nos someta-
mos a procedimientos rigurosos de seguimiento y evaluación de los resultados.
JUNIO 2020 - VERSIÓN PARA CONSULTA PÚBLICA

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