Sentencia de Corte Suprema de Justicia (Panama), 2ª de lo Penal, 20 de Enero de 1997
| Ponente | FABIÁN A. ECHEVERS |
| Fecha de Resolución | 20 de Enero de 1997 |
| Emisor | Segunda de lo Penal |
VISTOS:
Conoce la Sala Penal de la Corte Suprema el recurso de apelación presentado por la licenciada M.A. de Apolayo, defensora de oficio de P.P.B., contra la sentencia de 4 de octubre de 1996 dictada por el Tribunal Superior del Segundo Distrito Judicial, que condena al imputado a la pena de 12 años de prisión, como responsable del delito de homicidio cometido en perjuicio de J.A.G.B..
La recurrente explica que su disconformidad con la sentencia condenatoria consiste en que su defendido no actuó por motivos fútiles, por considerar que "todos los testigos presenciales vieron que había una pelea, no saben como se originó y luego de esto resultó la fatal lesión que le quitó la vida a J.A.G. " (f. 461). Agrega la letrada que en este caso "ocurrió un homicidio simple sin ningún tipo de calificativo ...", por estimar que la comisión del delito se originó en la riña o discusión que la víctima sostuvo con su defendido, quien "no conocía al occiso" (f. 462).
Finalmente, la recurrente solicita se reconozca en favor de su patrocinado la circunstancia atenuante denominada confesión espontánea oportuna, "toda vez que el imputado ... ha colaborado desde del (sic) momento de su detención con la investigación aceptó realizar su audiencia en Derecho en aras de aceptar su responsabilidad ..." (f. 462).
Conocidos los argumentos de la recurrente, corresponde a la Sala decidir sobre el recurso interpuesto, sólo sobre los puntos que han sido objetados por el apelante, conforme lo dispone el artículo 2428 del Código Judicial.
El cuaderno penal permite conocer que en la noche del 17 de septiembre de 1994 P.P.B. le asestó una puñalada a J.A.G., durante una actividad bailable que se realizaba en la comunidad de Cañacillas, distrito de Santiago, provincia de Veraguas. El protocolo de necropsia revela que la víctima presentaba una "Herida cortante en el hemitorax postero-inferior derecho con sección de las intercostales", que la lesión ocasionó una "hemorragia por sección arterial", la cual causó la muerte de G. por "Shock hipovolémico. Herida por arma blanca, Intoxicación alcohólica" (f. 92).
El tribunal a-quo determinó que la conducta desplegada por P.B. encuentra adecuación típica en la figura del homicidio agravado, descrito en el artículo 132, ordinal 3, del Código Penal, es decir por motivo fútil, por considerar que "si hubiese existido un motivo determinante o de peso, que inevitablemente llevara a la parte a actuar como lo hizo, el mismo imputado hubiese...
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