Los paradigmas críticos del derecho y el giro hermenéutico como un aporte a la transparencia y la rendición de cuentas, mecanismos para la modernización de la administración pública en américa latina

AutorDra. Kathia Lee Duque
Páginas140-147

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El buen gobierno… se realiza con participación de la comunicad,

Transparencia y Rendición de Cuentas. (PNUD 1997)

El ser humano, destacando a los antiguos filósofos2y a los revolucionarios pensadores y políticos, siempre se ha preocupado por mantener al poder bajo control, vislumbrando paralelamente cómo evitar los abusos, ya sea que el poder radique en un individuo o en una organización. Este ensayo proyecta analizar la Transparencia y la Rendición de Cuentas como instrumentos de control en estos tiempos, y la influencia que han tenido diversos paradigmas críticos del Derecho imprimiéndole el giro hermenéutico renovador a este derecho fundamental ciudadano.

A través del progresivo desarrollo de las sociedades, hasta hoy día, prevalecen ilósofos que rompieron el “paradeigma” de su época catapultando el pensamiento a una transformación de las normas. Por ejemplo, Inmanuel Kant, representante del idealismo alemán, con su innovación ilosóica- política que representó el debilitamiento del iusnaturalismo y dio cabida al positivismo jurídico.

Esta estrategia metodológica incide con los pensamientos paradigmáticos de los iusnaturalistas y conlleva a relexionar sobre la redición de cuentas en la Nueva Gestión Pública. Esto se demuestra con la inluencia de John Locke, padre del liberalismo político y mayor representante del empirismo, quien dio inicio a la teoría de la separación de los poderes que luego generalizó Charles Louis de Secondat, Barón de Montesquieu.

Durante la gran parte del siglo XIX se detecta un dilema respecto al tamaño óptimo del sector público y a la eiciencia mostrada en el desarrollo de sus funciones, que afectan el orden económico de la sociedad. En un primer período, el debate se centra en la selección del administrador que mejor pudiese gestionar los intereses de la sociedad: la función pública o la iniciativa privada.

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Las desigualdades de la renta en la sociedad del siglo XIX, y el incumplimiento de la eiciencia de los mercados favorecieron que el Estado asumiese un papel más activo, intentado con su intervención enmendar los fallos de la economía.

Sin embargo, entrado el siglo XX este modelo no tuvo el éxito deseado y es así que a inales de dicho siglo, en la década de los 70, comienza a nivel mundial la preocupación por las ineicacias detectadas en la ejecución de los programas públicos, surgiendo el planteamiento de los fallos de la intervención del Estado, en la economía, asociados a la burocracia, la competencia política o derivados de la propia naturaleza de los bienes públicos.

El origen de este proceso tuvo lugar cuando el modelo de Estado, montado por los países desarrollados en la postguerra, propulsor de una era de prosperidad sin precedentes en el capitalismo, entró en crisis hacia ines de la década de 1970.

La no resolución de los problemas estructurales determinó que la década de 1980 estuviese marcada, para la mayoría de las naciones, entre ellas las latinoamericanas, por el estancamiento y las altas tasas de inlación. Ante este escenario económico, la primera generación de reformas de la Gestión Pública priorizó la dimensión inanciera de la crisis del Estado.

Así, las reformas orientadas hacia el mercado, sobre todo la apertura comercial y el ajuste iscal, fueron las principales medidas tomadas en la década de 1980. Período dentro del cual tuvo cabida, al menos entre los organismos inancieros internacionales y en ciertos ámbitos académicos, la tesis más radical de la economía política neoclásica, a saber que, el Estado es antes una obstrucción que un factor facilitador del crecimiento económico y, por tanto, el Estado debe ser reducido al mínimo para promover el desarrollo3.

En la búsqueda de la estabilización de la economía ante el peligro hiperinlacionario estuvo, en la mayor parte de los casos, el éxito más importante de esta primera ronda de reformas. En efecto, después de algún tiempo se constató que la solución no estaría en el desmantelamiento del aparato estatal, sino en su reconstrucción.

Se trata de construir un Estado para enfrentar los nuevos desafíos de la sociedad postindustrial, un Estado para el siglo XXI, que además de garantizar el cumplimiento de los contratos económicos, debe ser lo suicientemente fuerte como para asegurar los derechos sociales y la competitividad de cada país en el escenario internacional4.

La reforma de la Administración Pública, se ha convertido en el tema central de la agenda política mundial, en donde América Latina no escapa de este escenario. Un balance de estas primeras reformas muestra que el ajuste estructural, cuyo objetivo último era disminuir el tamaño del Estado, no resolvió una serie de problemas básicos de los países latinoamericanos. Por esto, se ha venido proponiendo una segunda generación de reformas, con la inalidad de reconstruir el aparato estatal. En el proceso de reconstrucción del Estado latinoamericano, el mayor desafío está en compatibilizar las tendencias mundiales de cambio con las especiicidades de la región.

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La Nueva Gestión Pública persigue la creación de una administración eiciente y eicaz, es decir, una administración que satisfaga las necesidades reales de los ciudadanos al menor coste posible. Todo ello, rodeado de sistemas de control que otorguen una plena Transparencia de los procesos, planes y resultados, para que por un lado, perfeccionen el sistema de elección, y, por otro, favorezcan la participación ciudadana.

Eiciencia, democratización del servicio público, lexibilización organizacional, Transparencia y Rendición de Cuentas, son ingredientes básicos para la modernización del sector público.

La reconstrucción de la capacidad estatal es una condición esencial para que los países latinoamericanos enfrenten en forma más exitosa los problemas del desarrollo económico, la distribución de la riqueza y la redemocratización. En este contexto, la implementación de mecanismos para la modernización de la administración pública es un aspecto fundamental para mejorar la capacidad de gestión del Estado, así como para aumentar la gobernabilidad democrática del sistema político.

En las últimas décadas, la noción de Transparencia y Rendición de Cuentas se han instalado como unos aspectos centrales de la reforma y modernización del Estado. Las administraciones públicas han decidido tomar partido de estos cambios, facilitando la comunicación externa y la participación ciudadana, tratando entre algunas cosas en explicar qué pretende hacer el gobierno para servir los intereses generales, facilitando información constante a los ciudadanos y sectores interesados sobre dos aspectos, el primero, estaría relacionado con las actuaciones futuras de la administración en la búsqueda de los intereses generales -publicación de planes estratégicos-, y el segundo, haría referencia a los derechos de los ciudadanos en relación con la actividad pública -rendir cuentas.

La publicación de planes anuales supone un esfuerzo en aras de la Transparencia, para que los ciudadanos conozcan qué prestaciones pueden demandar, los recursos que van a destinarse, aparejado a una retroalimentación del sistema con datos relativos al año anterior sobre los objetivos alcanzados, lo que sería la Rendición de Cuentas.

Este último concepto, expresa uno de los valores centrales de la democracia: que el...

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