La Representación Parlamentaria. Control parlamentario y la rendición de cuentas. Rol Constitucional

AutorAlba Berenice Rojas Recalde
CargoUniversidad Columbia del Paraguay
Páginas126-143
RIIG Vol. 2 Nº 1, Setiembre, 2022. Pág. 126 - 143
© Copyright 2022. La autora, asigna a la Revista Internacional de I nvestigación en Gobernabilidad RIIG el derecho de publicación de
esta obra en acceso abierto bajo Licencia Creative Commons y en modalidad adoptada por la revista .
La Representación Parlamentaria. Control
parlamentario y la rendición de cuentas. Rol
Constitucional.
ALBA BERENICE ROJAS RECALDE
Universidad Columbia del Paraguay
Resumen
. La representación parlamentaria surge de la legitimación otorgada por un sistema democrático, mediante
el ejercicio del sufragio, lo cual genera la conformación de un órgano con características de independencia, autonomía y
deliberación de los problemas nacionales. El Parlamento es la caja de resonancia de los partidos políticos y con los
condimentos mencionados, éste se erige como el legítimo representante por antonomasia de los problemas nacionales en
defensa de los intereses de la sociedad.
Con la Constitución de 1992 y la apertura democrática que implicaba empezar a realizar ajustes al derecho positivo
en Paraguay, se dota al Parlamento de mandato general, público e irrevocable a los efectos que ejerza un sistema de
contrapesos equilibrado frente a los actos de gobierno. El término control parlamentario ha venido evolucionando con
los años y se ha convertido en tema de discusión de mayor intensidad, la doctrina ha vinculado al concepto de control
con las ideas de responsabilidad política y con el concepto de minorías parlamentarias. El Parlamento no está exento
de ser objeto de control, es a su vez sujeto y objeto de control de distintas maneras. Con la nueva Carta Magna se ha
previsto varias herramientas de control parlamentario, tanto como sujeto de control (comisiones de investigación,
interpelación a funcionarios públicos, juicio político, etc), así como también, como objeto de control, al establecer ciertos
límites al ejercicio de la labor parlamentaria y ciertas responsabilidades que como uno de los poderes del Estado debe
cumplir.
Palabras Clave:
representación parlamentaria, control parlamentario, rendición de cuentas horizontal, rendición de
cuentas vertical.
Abstract
. The Parliamentary representation emerge from the legitimacy granted by a democratic system, through the
exercise of suffrage, this generates the formation of a organ with characteristics of independence, autonomy and
deliberation of national problems. The Parliament is the soundbox of the political parties and with the seasonings
mentioned, it stands as the legitimate representative par excellence of national problems in defense of the interests of
society. With the 1992 Constitution and the democratic opening that implied beginning to make adjustments to the
positive right of Paraguay, the Parliament is endowed with a general, public and irrevocable mandate for the purpose of
exercising a system of balanced checks and balances against acts of government. The concept of parliamentary control
has been evolving over the years and has become a topic of discussion of greater intensity, the doctrine has tied to the
term of control with the ideas of political responsibility and with the conception of parliamentary minorities. Parliament
is not exempt from being subject of control, it is both subject and object of control in many ways. With the new Magna
Carta, several tools and resources of parliamentary control have been provided, both as a subject of control (investigation
commissions, interpellation of public workers, impeachment, etc.), as well as, an object of control, by setting certain
limits to the exercise of parliamentary work and certain responsibilities that as one of the State powers must accomplish.
Keywords:
parliamentary representation, parliamentary scrutiny, horizontal accountability, vertical accountability.
Alba Berenice Rojas Recalde - 127
Introducción
Antes de abordar el tema del Control parlamentario, es necesario hablar o referirnos primero a la
representación, figura que se encuentra íntimamente ligada al del tema que nos ocupa, posteriormente se pasa
a analizar como esa representación está unida a otras figuras o herramientas constitucionales que hacen a la
evolución de la vida parlamentaria y que han pasado a ser instrumentos importantes en su quehacer
político.Más adelante nos referimos al parlamento en su doble rol de objeto de control y sujeto de control,
para luego realizar una analogía con los artículos de la Constitución del Paraguay del año 1992 que ha
introducido algunas de esas herramientas en la era democrática.
Por último, se desarrolla la figura de la rendición de cuentas que se halla atada de esa misma forma con
la representación y con el control parlamentario. Para ello se han analizado artículos de investigación,
ponencias de conferencias y libros de autores destacados, además de la Constitución Nacional de 1992 y leyes
insertas en el derecho positivo paraguayo.
Es de fundamental trascendencia considerar en primer término el significado y alcance de la
representación parlamentaria, porque sin dudas implica el avance democrático más grande en la historia de
los pueblos.
La representación es el resultado de la búsqueda de equilibrio en la distribución del poder ya que de
recaía en una sola clase social. Es así que desde tiempo anteriores a Montesquieu ya existía preocupación por
que la distribución del poder debe ser hecha en base al equilibrio regular y para más tarde pasar a la idea de la
división tripartita ya por todos conocida. (Fuentes, 2011)
Aristóteles por ejemplo centraba su preocupación en tratar de encontrar un punto de equilibrio entre
la participación de los ciudadanos y el ejercicio efectivo de la administración de poder y la manera en que los
excesos podían ser controlados “los planes de representación surgieron como parte del orden constitucional
del Medioevo, cuando el mismo asumió unas proporciones que imposibilitaban toda acción directa”
(Friederich, 1975)
Según autores como Lowenstein, uno de los primeros en profundizar el concepto del control político,
en su libro “Teoría de la Constitución” menciona lo siguiente sobre la representación:
Pero el conocimiento total del electorado como supremo detentador del poder se hizo esperar casi
un siglo en Inglaterra; fue en las reformas de 1867 y 1884 cuando se democratizó el derecho electoral.
La irrupción del electorado, o del pueblo, en la realidad política debe ser a tribuida a la teoría y práctica
de la Revolución francesa. Al principio, la Asamblea constituyente de 1789 tendió al concepto de
Montesquieu. La Constitución de la Convención (1793), estableció firmemente el principio de que e
l poder del gobierno sólo deriva su legitimidad de la voluntad del pueblo, e introdujo así el sufragio
universal (sólo varones) como realización de la volonté generále de Rousseau. El siglo XIX aceptó,
como algo dado, la base democrática del proceso del poder, poniéndose ésta de manifiesto en la
ampliación del derecho de voto, en las elecciones libres que expresan la verdadera voluntad del
electorado y en la libre competición de los partidos políticos en los que se o organizaba el electorado
como detentador del poder independiente”. (Lowenstein, 1979)

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